Según la Agencia Internacional de Energía, el consumo de los edificios representa un 30% del consumo de energía a nivel mundial y un 55% de la demanda de electricidad. Además son fuente de emisión de CO2. La transición a edificios sustentables es un desafío ambicioso, pero alcanzable. Para ello se requiere tomar acciones rápidas y concretas en torno al diseño, la construcción y la operación de los edificios, buscando llegar a un equilibrio dinámico y saludable entre los beneficios ambientales, sociales y económicos.
Si bien existen muchas formas de organizar los proyectos, el US Green Building Council ha desarrollado un sistema de medición y evaluación del impacto ambiental conocido como LEED (Leadership in Energy & Environmental Design) que atiende los siguientes lineamientos:
* Sitios sustentables y ubicación
La ubicación del edificio es tan importante como su construcción. Si es de fácil acceso a través del transporte público, si cuenta con acceso a través de bici sendas o si fomenta la caminata, colabora con la reducción de las emisiones de carbono asociadas al viaje diario de las personas que trabajan en el edificio.
* Eficiencia de agua
Ejemplo de eficiencia en el agua son las prácticas que controlan las aguas pluviales, cuidando y protegiendo el agua superficial y subterránea, así como la recolección y reutilización del agua para propósitos no potables (riego, descarga de cisternas, etc.).
* Energía y atmósfera
Las acciones que se tomen en este sentido, deben colaborar para reducir la demanda energética. Una forma sencilla de transformar el edificio es captando la energía natural, aprovechando su orientación (ubicando las ventanas para que capte los rayos solares en invierno), la luz natural o el viento. La tecnología colabora con aislamiento en paredes y techos, cerramientos de alto desempeño que permiten minimizar la pérdida o el aumento de calor, integración de iluminación LED, celdas fotovoltaicas o la utilización de aires acondicionados eficientes.
* Materiales y recursos
La conservación de materiales y recursos, la reutilización y el reciclado son estrategias importantes para reducir el consumo. “Reducir, reutilizar, reciclar”. Pero se espera más todavía: que los materiales no solo reduzcan sino que regeneren los ambientes naturales y sociales de donde provienen.
* Calidad ambiental interior
Abarca las condiciones en el interior del edificio (calidad del aire, iluminación, condiciones térmicas, ergonomía) y los efectos que producen en los ocupantes. Para ello se consideran elementos como materiales del edificio, revestimientos, selladores, etc. Si se fuma dentro del edificio, uso de filtros de aire adecuados, etc. También considera el confort térmico, la iluminación, la vista y la ergonomía.
* Innovación
LEED promueve la generación de beneficios ambientales adicionales a los que se crean a través de las prácticas antes mencionadas.
Se trata de encontrar la combinación entre los recursos naturales y los sistemas de edificación, de manera de minimizar el impacto ambiental, integrando lo mejor de lo antiguo y lo nuevo de manera inteligente. A su vez deben estar preparados para adaptarse a los cambios futuros.
Los edificios sustentables permiten a las empresas reducir costos operativos y mejorar la productividad de sus colaboradores.
Edificios que protegen la historia y el carácter del lugar, también promueven la sustentabilidad.